Carta desde Toronto COVID-19
Un especialista en enfermedades infecciosas reflexiona...
Artículo original: https://talbotspy.org/letter-from-toronto-an-infectious-diseases-specialist-reflects-on-corvid-19/
Soy doctor y especialista en enfermedades infecciosas. Llevo más de 20 años viendo pacientes enfermos diariamente. He trabajado en hospitales de ciudades y en los más pobres barrios de África. SIDA, hepatitis, tuberculosis, SARS, sarampión, herpes, tos ferina, difteria... hay pocas a las que no me haya visto expuesto durante mi vida profesional. A excepción del SARS, muy pocas me han dejado sintiéndome vulnerable, saturado y completamente asustado.
No me asusta el Covid-19.
Estoy preocupado sobre las implicaciones que tendrá esta nueva infección que se ha expandido por el mundo y que continúa encontrando nuevos asideros en nuevas tierras. Estoy preocupado por el bienestar de los mayores, los de salud frágil, la gente privada de sus derechos que son los que más van a sufrir y más desproporcionadamente, ante este nuevo azote. Pero no tengo miedo del Covid-19.
De lo que tengo miedo es de la pérdida de la razón y de la ola de miedo que se ha inducido a la masa social, que lo lleva a una espiral de pánico, a almacenar cantidades obscenas de productos que podrían llenar un cobertizo anti-bombas de cualquier mundo post-apocalíptico. Me da miedo que se recopile y robe material de protección de los hospitales y servicios de urgencias donde los clínicos los necesitan por ser personal de salud de primera línea, y que se estén donando en aeropuertos, ayuntamientos y cafés, perpetuando incluso más el miedo y la sospecha hacia los demás. Me da miedo de que nuestros hospitales se sobresaturen con gente que piensa "probablemente no lo tenga pero ya sabes, es mejor que me lo miren bien, porque uno nunca sabe"... y aquellos con fallos cardíacos, enfisemas, neumonías e ictus paguen el precio de las salas de urgencia colapsadas con médicos y enfermeras que tienen que ir atendiendo.
Me da miedo de que se restrinjan los viajes, se cancelen bodas, graduaciones que se perderán y reuniones familiares que no ocurrirán. Y bien... también hay una gran fiesta llamada Juegos Olímpicos... que puede irse al traste. ¿Te lo puedes imaginar?
Me da miedo que esos miedos a la epidemia limiten el comercio, dañen asociaciones de múltiples sectores, negocios y todo culmine en una recesión.
Pero sobre todo, estoy asustado de los mensajes que estamos trasladando a nuestros hijos de cara a la amenaza. En vez de razonamiento, racionalidad, apertura de mente y altruismo, estamos impregnándoles mensajes de pánico, miedo, sospecha, reactividad y egoísmo.
Covid-19 está ahora mismo cerca de cualquier parte. En algún momento acabará llegando a la ciudad, al hospital, a un amigo, a un familiar cercano. Espéralo. No te asombres cuando llegue. La cuestión es que el virus por sí mismo no dañará demasiado cuando llegue. Pero nuestra conducta de "lucha por tí mismo sin mirar a los demás" puede llevarnos al desastre.
Os imploro a todos: Templad el miedo con razón, el pánico con paciencia y la incertidumbre con educación.
Tenemos la oportunidad de aprender un montón sobre salud e higiene y sobre limitar la expansión de innumerables enfermedades transmisoras durante este enorme desafío. Vamos a llevarlo juntos con el mejor espíritu de compasión, paciencia y por encima de todo, el esfuerzo por la búsqueda de la verdad, los hechos y el conocimiento, en vez de las conjeturas, la especulación y la catastrofización.
Las verdades no dan miedo. Límpiate las manos. Abre el corazón. Nuestros niños te lo agradecerán.
Dr. Abdhuy Sharkawy.